Relato de Hombre Saludable

Con la más mínima intención de escribir algún artículo estilo "Men's Health" relataré hoy mi nueva experiencia.
4.23 am... - Ring... Ring... (Teléfono)
4.25 am... - Ring... Ring... (Teléfono)
4.38 am... - Pi pi pi ... (Despertador)
4.42 am... - Ring.... Ring.. (Teléfono...) Hola -una voz familiar balbuceaba en el audifono del aparato telmex - Ya levantate, ya estoy lista - Si ya me levanté, sólo que ahorita que llamaste estaba en el baño (je... ni tú te la creíste). - Ella era mí prima, con quién previa cita había pactado llevarla a abordar su avión.

Me levanté, y en chinga loca me alisté. Cachucha, pantalón... una galleta (pa' disimular el aliento a 20 egipcio) y un sorbo de un pinche jumex que estaba en el refri.

Esa es una hora a la cual estaba acostumbrado, sólo que ahora todo se veía tan bonito, claro y sin las ondulaciones propias del alcohol, por primera vez no temía de los cacahuates, chuchos, mordelones, farolas... es más, quería presumirle mi hazaña a cualquier gente. Para no hacerla muy cardiaca, dejé a mí prima... decidido a no tirar a la basura tal evento regresando a mi casa y dormir. Decidí salir a correr a la depo y ohhhhh sorpresa!!!!...

¡¡¡¡A esa hora se levantan los mismisimos ángeles a correr!!!! unas nal... y unas tet.... que grrrrr... quier.... agarr... me da un no sé qué que qué sé yo.

Intentaré desde lo más profundo de mi líbido volver a levantarme a esas horas ahora equipado de mi cámara. Ya sé por qué dicen que correr es una vida sana, lo fué hoy, mínimo visualmente.

Lo feo es qué, intentas seguirle el paso... y... pues... no es ni media vuelta cuando ya estas aventando la pinche galleta y el sorbo de jugo... Volveré, I promess...